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Emociones para niños: una guía para explicarle a los más chicos cómo funcionan las emociones

El reciente lanzamiento de «Intensamente 2», una película animada para niños que sigue las emociones dentro de la cabeza de Riley, ya adolescente, introduce nuevas emociones como Ansiedad, Envidia, Vergüenza y Aburrimiento. Esta película es una excelente oportunidad para que los padres hablen con sus hijos sobre cómo funcionan las emociones.

 

Los padres quieren que sus hijos sean felices y tengan éxito en la vida. Pero para criar niños que se conviertan en adultos completos y emocionalmente saludables, es importante dejar que experimenten las emociones de la vida, tanto las buenas como las malas. La decepción, el enojo, la tristeza y la frustración ocasionales son normales, y los niños necesitan aprender formas de reconocer y sobrellevar esos sentimientos cuando suceden.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son reacciones que todos tenemos ante ciertos estímulos. Alegría, asco, tristeza, enojo y miedo (las emociones originales de Riley) son algunas de las emociones más básicas que usamos para procesar la información. A medida que crecemos, empezamos a desarrollar habilidades socioemocionales que nos permiten tener respuestas más sofisticadas. El rol de las familias y cuidadores es fundamental en ese aprendizaje.

La importancia de hablar sobre las emociones

Hablar abiertamente sobre los sentimientos ayuda a los niños a aprender que su salud emocional es tan importante como su salud física. Si los padres solo enfatizan la felicidad como la única emoción aceptable, envían un mensaje equivocado. Ignorar o no hablar sobre los sentimientos puede dar lugar a comportamientos negativos, aislamiento social e incluso problemas físicos. Hablar con los niños sobre lo que sienten les permite entender sus emociones.

 

Nunca es demasiado pronto para comenzar a enseñar a las infancias sobre sus emociones. Desde la primera infancia, se aprende a regular las emociones a través de sus cuidadores.Por eso el primer paso es que sus cuidadores trabajen sobre sus propias emociones ya que en la infancia se  aprenden por imitación.

Al desarrollar el vocabulario sobre las emociones, los niños aprenden a expresar sus sentimientos, en lugar de responder con mal comportamiento. Libros, juegos y gráficos pueden ayudar a los niños a encontrar las palabras correctas para expresar sus sentimientos.

emociones para ninos

Nunca es demasiado pronto para comenzar a enseñar a las infancias sobre sus emociones. 

Consejos para criar niños emocionalmente sanos

  1. Habla sobre las emociones todos los días: Haz preguntas específicas sobre su día y cómo se sintieron en distintas situaciones. Esto les ayuda a reconocer y sobrellevar sus emociones.
  1. Reconoce las emociones de tu hijo/a y responde con compasión: Usa palabras que le hagan saber que sus sentimientos son importantes. Por ejemplo, en vez de decir “¡No hay nada que temer!” puedes decir: “¿Tienes miedo?. Estoy aquí contigo”.
  1. Da el ejemplo con respuestas saludables a tus propias emociones: Muéstrales cómo manejas emociones difíciles. Por ejemplo, “En este momento me siento preocupado. Voy a respirar profundamente para calmarme”.
  1. Ayuda a crear un “kit de herramientas” de respuestas saludables: Explora diversas estrategias de afrontamiento emocional saludables como hablar, escribir un diario, hacer ejercicio o escuchar música.
  1. Incorpora actividades de atención plena en tu rutina: La atención plena proporciona beneficios como la disminución del estrés y la ansiedad, y está asociada con la regulación emocional.
  1. Brinda experiencias para aprender y crecer: Permite que exploren actividades sociales que les ayuden a lidiar con diversas emociones.
  1. Fomenta la empatía y la compasión por los demás: Ayúdales a reconocer también las emociones de los demás, generando empatía y compasión.

 

mindfulness para ninos

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¿Qué es el mindfulness para niños?

El mindfulness, conocido también como atención plena o consciencia plena, es una práctica para ejercitar la mente y disfrutar del momento presente. Ayuda a prestar atención a lo que ocurre y gestionarlo adecuadamente. No se trata de mantener la mente en blanco, sino de aceptar los pensamientos y decidir en qué queremos centrarnos. En la infancia se tiene una capacidad innata para activar este estado.

 

Beneficios del mindfulness para niños

 

  • Estímulo de áreas cerebrales relacionadas a la atención, concentración y memoria.
  • Mejora de la creatividad e imaginación.
  • Mayor inteligencia emocional.
  • Gestión del estrés y emociones como el miedo.
  • Mejora de la salud física y mental.
  • Mejora la confianza personal.
  • Mejora de las relaciones y habilidades sociales.
  • Aumento del autocontrol y capacidad de resiliencia.
  • Amabilidad, compasión y amor propio.
  • Claves para enseñar mindfulness
  • Practica el mindfulness en tí.
  • Realiza prácticas cortas de 5 a 10 minutos.
  • No impongas la práctica, hazla atractiva y curiosa.
  • Adapta la práctica a la edad y personalidad del niño/a.
  • Utiliza metáforas y cuentos.
  • Practica en situaciones cómodas y positivas.
  • Prepara un lugar agradable para la práctica.
  • Fortalece la constancia y los hábitos.

 

Ejemplos de actividades mindfulness para niños

 

  • Saborear la comida: Incorporar la buena costumbre de degustar los alimentos ayuda a vivir momento a momento.
  • Respirar, solo respirar: Enséñales a prestar atención a su respiración en momentos de nerviosismo.
  • El juego del silencio: Observar un reloj de arena y permanecer en silencio durante un minuto ayuda a hacer una pausa.
  • Contactar con la naturaleza: Oler la tierra después de una tormenta o caminar descalzo sobre la hierba conecta con el momento presente.
  • Ejercicios de la calma: Enseñar a gestionar sus emociones y brindarles herramientas para momentos de ansiedad o enojo.
  • Iniciarles en la meditación: Guiar en una meditación corta puede ayudar a habituar su cerebro a la práctica de la consciencia plena.
  • La bola de nieve: Agitar una bola de nieve y observar cómo se asienta es una metáfora para enseñarles a calmar la mente.
  • Sonidos de la campana: Pedir que preste atención al sonido de una campana hasta que ya no lo escuche.
  • Hacer burbujas: Inspirar profundamente y exhalar para hacer una burbuja, prestando atención a cómo se forma.
  • Los ojos del tacto: Con los ojos vendados, tocar objetos y describir sus características.
  • Respiración con flores: Imaginar que huelen un campo de margaritas al inhalar y exhalar soplando una hoja.
  • Encuentra el color: Buscar objetos de un color específico durante un viaje o paseo.

 

El mindfulness para niños ayuda a disfrutar el presente y a centrar su atención en las cosas que hacen aquí y ahora. Practicar la atención plena puede hacer mucho por las futuras generaciones, ayudándolos a lidiar con sus emociones y a vivir una vida más plena y saludable.

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