Los seres humanos somos sociales por naturaleza. Necesitamos conectarnos con los demás, y dentro de todas nuestras relaciones, la relación de pareja es una de las más importantes. Esta relación puede darnos alegría y felicidad, pero también puede ser una fuente de dolor y frustración si no está funcionando bien. De hecho, muchas personas que acuden a consultas psicológicas lo hacen debido a problemas en su relación de pareja.
Insertar título y descripción de la imagen.
Primero, es importante entender qué significa tener una relación tóxica. En un vínculo saludable, ambos miembros deben sentir que están creciendo juntos y que se respetan mutuamente. Las bases de una buena relación son la admiración, la confianza, el respeto, la aceptación y una comunicación abierta. Ninguno de los dos debería sentir que está perdiendo su identidad al estar juntos. Además, en un vínculo sano, hay un equilibrio entre dar y recibir, ambos hacen su parte para que la relación funcione.
Una relación tóxica, en cambio, es aquella que te hace sentir mal la mayor parte del tiempo. Tal vez la relación te provoca ansiedad, te llena de sentimientos negativos o te exige mucho esfuerzo para que funcione. Esto puede desgastar tu autoestima, haciéndote sentir que no eres suficiente o que no encajas con tu pareja. En resumen, una relación tóxica genera frustración, tristeza y angustia en lugar de paz y satisfacción.
Muchas personas permanecen en relaciones tóxicas por diferentes razones. A veces, simplemente están acostumbradas a esa situación y no se dan cuenta de lo mucho que les está afectando. Otras veces, tienen miedo de estar solas, o sienten que si intentan lo suficiente, podrán hacer que la relación funcione. En otros casos, hay un apego emocional tan fuerte que resulta impensable imaginar una vida sin esa persona, incluso cuando la relación ya no trae felicidad.
Es importante recordar que el hecho de que una relación sea tóxica no significa necesariamente que una de las personas sea una «mala» persona. Puede ser que, aunque ambos sean buenas personas, simplemente no son compatibles y, por lo tanto, su relación les hace más daño que bien.
Insertar título y descripción de la imagen.
En algunos casos, podrías no darte cuenta al principio de que estás en una relación tóxica. Tal vez al principio te sentías bien con esa persona, pero con el tiempo, empezaste a sentirte mal por la manera en que te trataba o por cómo te hacía sentir. A veces, normalizamos este tipo de situaciones y no nos damos cuenta del daño que nos están haciendo.
A veces, las creencias que tenemos sobre el amor nos hacen quedarnos en relaciones que no nos hacen bien. Algunas creencias comunes y perjudiciales incluyen:
«Cuando me case y tenga una familia, seré feliz.»
«Para que una relación funcione, hay que luchar y soportar.»
«Quien bien te quiere, te hará llorar.»
«Me quedaré solo si dejo a mi pareja después de los 40.»
«Si hago lo que mi pareja quiere, eventualmente me querrá de nuevo.»
Recuerda que mereces una relación que te haga sentir bien, que te apoye y que te permita crecer. Si tu relación actual no cumple con estos requisitos, es hora de buscar algo mejor para ti.