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Elijo estar soltera: ¿moda o decisión emocional?

Elijo estar soltera: ¿moda o decisión emocional?

Si usás redes sociales, probablemente ya te diste cuenta: mostrar una relación romántica dejó de ser cool. Aparentemente, subir una foto abrazando a tu pareja pasó de ser una declaración de amor a un gesto que algunos leen como cursi, poco feminista o —la peor de todas— “anticool”. Así estamos: pareciera que es más aceptable mostrar un plato de ramen que decir “miren, estoy enamorada”.

Pero detrás de esta tendencia hay algo más profundo que la estética de Instagram. Hoy, muchísimas mujeres jóvenes manifiestan estar explorando la soltería desde un lugar completamente distinto: no como carencia, no como tragedia romántica, sino como una elección consciente que mezcla libertad, paz mental y un poquito de “ya me cansé de gente que no sabe lo que quiere”.

El objetivo de esta nota no es convencerte de estar soltera (o de no estarlo). Es ayudarte a pensar por qué la conversación cultural está cambiando, qué significa eso para vos y cómo navegar tus propios deseos sin caer en etiquetas, modas o presiones.

¿Está de moda no tener novio?

Sí, un poco. Pero como toda moda, tiene matices.

Hace unos años, el gran símbolo de independencia femenina era tener pareja pero que no te domine. Después pasó a ser tener pareja pero con límites. Y ahora, en muchas comunidades online, el nuevo estandarte de libertad es no tener pareja directamente.

El discurso suena así:
“Estoy concentrada en mí”,
“No tengo tiempo para dramas”,
“Estoy en mi era de amor propio”,
“Terapia primero, besos después”,
“Mejor sola que mal acompañada… o acompañada por alguien que usa zapatillas con suela muy gruesa”.

¿Es real? ¿Es pose? ¿Es una reacción a relaciones que no funcionaron? Probablemente un poco de todo.

Lo cierto es que la soltería dejó de leerse como un defecto o un fracaso. Para muchísimas chicas, es una fase necesaria para encontrarse, aprender límites, cuidar su salud mental o simplemente descansar del caos emocional que puede venir con un vínculo romántico.

Pero acá viene la trampa: que esté “de moda” no significa que todas quieran lo mismo.

El estatus de estar soltera: libertad, autonomía y el famoso “yo puedo sola”

Hoy, decir que estás soltera tiene un aura aspiracional. Como si fuera una membresía premium:
“Bienvenidas a la Comunidad Internacional de Mujeres Que No Le Deben Explicaciones a Nadie”.

En este discurso, la soltería es equivalente a:
   – Libertad: hacer lo que quieras sin pedir permiso.
   – Autonomía: manejar tus tiempos, tu dinero y tus emociones sin coordinar agenda con nadie.
   – Identidad: volver a descubrir quién sos sin el filtro de una relación.
   – Paz mental: no responder mensajes pasivo-agresivos a las 23:41.

Y sí, muchas mujeres encuentran realmente todo eso al estar solteras. La soltería, vivida desde un deseo auténtico, puede ser un enorme espacio de crecimiento, introspección y creatividad. Nadie te distrae, nadie te drena, nadie te confunde. Sos vos con vos.

Pero, de nuevo, no todas experimentan lo mismo. Para otras, la soltería también puede sentirse vacía, aburrida, solitaria o incluso confusa. Y eso también es válido.

El fenómeno reciente: ¿por qué ya nadie presume de su pareja?

Acá entramos a una parte más interesante.

No es que ya nadie presuma de su pareja; es que presumir cambia de forma. Antes era:   

  • Foto con la pareja en el espejo
  • Captions como “mi persona favorita”
  • Historias celebrando aniversarios de 3 semanas

Eso ahora puede percibirse como exagerado, infantil o demasiado invasivo.

  • Hoy, la pareja se presume así:
  • Historias donde solo se ve un brazo.
  • Una taza extra en la mesa del brunch.
  • Un mensaje tipo “volví a mirar Shrek” y alguien responde “yo también” (y todos entendemos que están saliendo).

La cultura actual valora lo íntimo. Lo discreto. Lo que no se explica tanto. Exhibir una relación puede sentirse como demasiado esfuerzo: “¿por qué mostrarlo si puedo vivirlo?”.

Y también, en algunas mujeres, hay miedo a ser juzgadas por tener pareja. Sí, así como lo leés.

La pregunta del millón: “¿Me da vergüenza tener novio o me da vergüenza admitir que quiero uno?”

Esta pregunta aparece muchísimo. Y tiene respuestas más profundas de lo que parece.

Vergüenza de tener novio

Puede pasar por:

  • Sentir que perdés independencia o estatus.
  • Tener una relación que no encaja con los valores del feminismo actual.
  • Temor a que otras personas piensen que “ya no sos tan libre”.
  • Miedo a parecer dependiente o cursi.
  • Temor a que opinen sobre tu elección (“¿pero cómo vas a estar con ese chico?”).

Vergüenza de querer un novio

Puede pasar por:

  • Creer que desear una relación es débil o retrógrado.
  • Pensar que te invalida como mujer autónoma.
  • Sentir que estás “fuera de moda”: muchas influencers dicen que el amor propio es suficiente.
  • Temor a sonar necesitada.
  • Haber tenido malas experiencias y sentir vergüenza de repetir el ciclo.

Sea cual sea tu caso, respirá: es normal. Las emociones sociales no siempre coinciden con las emociones reales. Podés querer libertad, y al mismo tiempo querer un abrazo. Podés amar tu autonomía, pero también extrañar mandar memes a alguien a las 2 am.

No es contradicción, es humanidad.

¿Es más libre estar soltera hoy en día?

Depende de qué entendamos por libertad.

Libertad como ausencia de ataduras

En este sentido, sí, muchas jóvenes sienten más libertad al estar solteras. Pueden explorar su identidad sin tener que negociar constantemente con otra persona. Pueden tomar decisiones más rápido. Pueden conocerse sin interrupciones.

Libertad como poder elegir

Esta es la verdadera libertad.
La libertad de decir:

  • “Quiero estar sola por un tiempo”.
  • “Quiero tener novio y no me importa si está de moda o no”.
  • “No sé qué quiero, pero estoy averiguando”.
  • “Quiero una relación seria, pero también quiero mi espacio”.
  • “Estoy probando”.

Ahí está la clave: construir tu propia definición de libertad, no la que ves en TikTok.

Me da vergüenza tener pareja… ¿es normal?

Sí. Más normal de lo que imaginás.

Muchas jóvenes sienten una presión contradictoria:
si tienen pareja, parece que pierden puntos en el ranking imaginario de mujeres independientes.
Si no tienen pareja, sienten que algo les falta.

Es muy probable que tu vergüenza no venga del vínculo en sí, sino de cómo creés que los demás van a interpretarlo. A veces nos da más miedo el juicio externo que nuestras propias emociones.

Pero acá va una verdad que suele aliviar:
nadie está pensando tanto en tu vida amorosa como vos.
Literalmente nadie.
Todos están ocupados pensando en la suya.

Entonces, ¿cómo saber si mi soltería es elección o autoprotección?

Podés hacerte estas preguntas:

  1. ¿Disfruto realmente mis momentos sola?
    Si sí, quizás estés en una etapa donde la conexión con vos es prioridad.
  2. ¿Evito relaciones porque tengo miedo a que me lastimen?
    Si es así, no es elección auténtica: es defensa emocional.
  3. ¿Fantaseo con la idea de una relación, pero me incomoda admitirlo?
    Puede ser que quieras una pareja, pero te cueste aceptar ese deseo.
  4. ¿Estoy soltera porque quiero o porque siento que “no queda bien” tener pareja?
    La cultura influye, pero no debería decidir por vos.
  5. ¿Siento paz o siento vacío?
    La soltería elegida trae calma; la impuesta suele traer ansiedad.

La conclusión más honesta: está bien querer, está bien no querer, está bien no saber

Quizás este sea el punto más importante de todos.

Estar soltera no te convierte automáticamente en una heroína del amor propio.
Tener pareja no te convierte automáticamente en alguien dependiente.
No saber qué querés no te convierte en alguien inestable.

Las relaciones —o la ausencia de ellas— no definen tu valor. Lo que sí importa es que puedas escucharte: qué te hace bien, qué te suma, qué te da paz.

La soltería puede ser un espacio maravilloso para conocerte, reconstruirte, sanarte, crecer, descansar y disfrutar. La pareja puede ser un espacio hermoso para acompañarte, aprender, sostener y compartir.

La clave es que lo elijas vos, no el algoritmo, no los discursos de redes, no la estética del momento.

Un último mensaje para cerrar:

Si estás soltera por elección genuina: celebralo. Estás construyendo tu vida desde un deseo auténtico.

Si estás soltera porque no aparece alguien que valga la pena: paciencia, no es falla técnica, es selección natural emocional.

Si tenés pareja y te da vergüenza mostrarla: revisá si es vergüenza social o dudas reales sobre el vínculo.
Y si querés una pareja pero te da vergüenza admitirlo: decilo acá mentalmente…
“Quiero un novio”.
Listo. No pasó nada.

La vida es larga, las etapas cambian, los deseos también. Cuidar tu paz emocional no es una moda: es tu derecho.

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