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Experiencias de la infancia: Diversos estudios muestran que pasar por experiencias difíciles en la infancia puede hacerte más vulnerable a experimentar depresión más adelante en la vida.
Eventos de la vida: Algunos de nosotros podemos experimentar depresión después de pasar por un evento no deseado, estresante o traumático. No solo las experiencias negativas en sí mismas causan depresión. Cómo enfrentamos estas situaciones y el apoyo que tenemos a nuestro alrededor también pueden afectar la probabilidad de experimentar depresión.
Un duelo: Esto a menudo incluye experimentar un estado de ánimo bajo. La duración de este período dependerá de cada individuo. Este período de sentirse bajo de ánimo se denomina duelo. Pero si sientes que lo que estás experimentando podría ser algo más que el duelo, puedes hablarlo con tu médico.
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