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¿Cómo salir del pozo cuando todo me sale mal? 

¿Cómo salir del pozo cuando todo me sale mal?

Seguro te pasó: abrís Instagram y ves a todo el mundo cumpliendo metas, viajando a lugares soñados o aprobando exámenes imposibles… mientras vos sentís que no pegás una. Te levantás con ganas de “hoy sí” y terminás diciendo “mejor mañana”. A eso, en lenguaje adolescente, se le llama “era flop”: esa temporada de tu vida en la que parece que todo lo que tocás se convierte en… no oro, sino en tarea mal hecha, plan cancelado o crush que te clava el visto.

Pero tranquila, no sos la única. Las eras flop le pasan a todo el mundo. La diferencia está en cómo salimos de ellas sin perder la motivación… o la dignidad.

¿Qué es una era flop y cómo salgo de ella?

La era flop es esa racha donde parece que el universo se puso en tu contra:
Te anotas en vóley y a la segunda clase te lesionas.

  • Te compras una agenda preciosa para “ser organizada” y en marzo ya está juntando polvo.
  • Te hacés un maquillaje increíble y justo ese día llueve… y no tenés paraguas.
  • Es una mezcla de mala suerte, expectativas demasiado altas y, a veces, simplemente… la vida siendo la vida.

La buena noticia es que no es para siempre. Salir de una era flop no se trata de forzar que todo salga bien de golpe, sino de cambiar el enfoque y dejar de ver cada tropiezo como “fracaso final” para empezar a verlo como “parte del proceso”.

¿Es normal sentir que últimamente todo me sale mal?

Sí, totalmente normal. No hay ser humano que viva en modo “protagonista de película inspiradora” las 24 horas. La vida es como esas playlists que amás: hay temazos y también canciones que ponés solo para pasar rápido.

A veces sentimos que todo sale mal porque nos estamos comparando con las highlights de los demás, y nunca con sus “momentos oscuros”. Nadie sube historias del día que quemó el arroz o se olvidó que había examen. Pero eso no significa que no les pase.

También influye que, cuando algo sale mal, nuestro cerebro lo graba en HD, y lo repite en bucle. En cambio, cuando algo sale bien, lo damos por hecho y seguimos. Por eso parece que todo es negativo: porque lo estamos enfocando con lupa.

Cómo enfrentar una etapa donde nada me funciona

  1. Dejá de hacer “scroll” en tu cabeza
    Si todo el tiempo estás repasando lo que salió mal, vas a sentir que estás atrapada en un loop. Parar ese scroll mental es clave. Poné música, salí a caminar, hablá con alguien que te saque una sonrisa.

  2. Microvictorias, no megaexpectativas
    No hace falta que te conviertas en la estudiante perfecta o la influencer del año en 24 horas. Hoy, tu microvictoria puede ser ordenar tu escritorio, estudiar una hora o mandar ese mensaje pendiente.

  3. Permitite sentir el bajón
    No hay que vivir “positividad tóxica” 24/7. Podés estar frustrada, triste o enojada. Aceptarlo es el primer paso para que se pase.

  4. Cambiá el escenario
    A veces, solo con salir de tu habitación y pasar un rato en un café, biblioteca o parque, ya cambia
    la energía. Es como abrir una ventana mental.

¿Cómo recuperar la motivación después de varios fracasos?

  1. Recordá lo que sí lograste
    No importa si son cosas pequeñas: terminar un trabajo, aprender una coreo de TikTok, cocinar algo sin quemarlo… todo suma.
  2. Cambia el objetivo, no la meta final
    Si tu meta es “aprobar todo”, pero un examen salió mal, no tires todo. Ajusta el plan: estudia diferente, pide ayuda, cambiá de estrategia.
  3. Inspírate con gente real
    Seguimos a personas que parecen perfectas, pero la motivación real viene de ver a gente que también tuvo sus flops y salió adelante.
  4. Usa el humor como armadura
    Si podés reírte de lo que te pasó, ya ganaste la mitad de la batalla. No minimiza el esfuerzo, pero sí te recuerda que no todo es tan grave.

Mantras para tu salida de la era flop

  • “No soy un fracaso, solo estoy en entrenamiento.”
  • “Todo pasa, hasta las rachas malas.”
  • “Cada flop es material para mi futuro libro de anécdotas.”
  • “Un mal día no define mi historia.”

Tips exprés para transformar tu energía

  • Cambia tu fondo de pantalla por algo que te haga sonreír.
  • Escuchá una playlist que no te deje quedarte quieta.
  • Ordena un cajón: el cerebro ama el orden aunque sea en algo chiquito.
  • Escribe tres cosas buenas del día, aunque sean “comí algo rico” o “vi un video gracioso”.

La salida lenta (pero segura) del pozo

No hay botón mágico. Salir de esta etapa es como salir de la cama en invierno: lento, con pereza, pero al final lo hacés. Vas a tener días donde todavía sientas que nada funciona, y está bien. No es lineal.

Lo importante es que cada día sumes algo, aunque parezca mínimo. Un mensaje enviado, un paso dado, un hábito retomado. Un día, sin darte cuenta, vas a mirar atrás y decir: “Che, creo que ya no estoy en mi era flop”.

Y sí, después vendrán otros mini-flops, porque así es la vida. Pero vas a tener más herramientas (y anécdotas graciosas) para pasarlas sin sentir que se acaba el mundo.

En resumen

  • La era flop es temporal.
  • No sos la única, y compararte con lo que ves online no ayuda.
  • Microvictorias + humor + paciencia = tu receta para salir.
  • Cada pequeño paso cuenta, incluso los que parecen tontos.

Así que la próxima vez que algo no te salga como esperabas, recuerda: no es el fin, es solo un capítulo con bloopers. Y como toda buena serie, tu temporada siguiente puede ser épica.

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